Salud del suelo

El cultivo de la tierra con fines de producción de alimentos está históricamente ligado a la supervivencia humana.

En los últimos años ha habido una notable conciencia del uso adecuado de los recursos energéticos naturales y especialmente de la preservación del ecosistema del suelo.

El suelo es uno de los ecosistemas más complejos de la naturaleza, ya que contiene una gran cantidad de organismos diferentes que contribuyen a mantener la flora y la fertilidad del suelo. Los suelos sanos se caracterizan por el equilibrio en numerosos organismos beneficiosos y no beneficiosos.

Luego, los habitantes del suelo producen enzimas que actúan como catalizadores que ayudan a descomponer las proteínas y los compuestos orgánicos. Este proceso permite que las plantas cultivadas extraigan más nutrientes del suelo y, al mismo tiempo, nuestro cuerpo recibe alimentos ricos en enzimas, lo que lo hace muy digerible. Es importante tener en cuenta que la actividad enzimática es mayor en los suelos que no han sido rociados con pesticidas que en los suelos convencionales.

Veamos a continuación algunas formas tradicionales y modernas de cultivo que apoyan el equilibrio de la biodiversidad del suelo.

Agricultura ecológica

En la agricultura ecológica, el suelo se enriquece con una variedad de materiales naturales, se evita el compost y cualquier forma de intervención química para hacer frente a los insectos.
Una de las técnicas utilizadas por la agricultura ecológica es el enriquecimiento del suelo con microorganismos beneficiosos, método introducido por Teruo Higa.
Higa creó una mezcla de microorganismos que se someten a una fermentación especial en agua y la preparación terminada se utiliza como fertilizante que aumenta significativamente la fertilidad del suelo.
La agricultura ecológica se basa en ecosistemas vivos y contribuye a su preservación a través de la sostenibilidad, es decir, la protección de los recursos naturales para que las generaciones futuras puedan beneficiarse por igual.
En este sistema se observa la forma tradicional de cultivo, ya que permite que la tierra descanse después de una cosecha exigente.

Podríamos decir que con el inicio de la agricultura ecológica en Grecia, el hombre comenzó a buscar alimentos que le ayudaran a mantener sus buenos niveles de salud, como los superalimentos ecológicos, los cereales, las barritas de cereales y frutas, los snacks saludables, el muesli.

La idea de la agricultura orgánica pronto encontró resonancia y se expandió más allá de las áreas alimentarias, ya que fue el comienzo de la conciencia humana para usar ingredientes ecológicos en limpiadores domésticos y utensilios de cocina para preservar los recursos naturales de la tierra.

Agricultura biodinámica

El iniciador de la agricultura biodinámica es Rudolph Steiner, quien relacionó la mala salud de los agricultores con el uso de pesticidas. Convenció a los aldeanos para que hicieran fertilizante con ingredientes naturales y muy pronto quienes lo aplicaron vieron una mejora significativa en su salud.
La agricultura biodinámica revive la antigua imagen de que el hombre vive en armonía con la naturaleza y los animales.
La siembra, el tiempo de permanencia en el campo y la cosecha se coordinan con las fases de la luna, una técnica que ha sido aplicada por las civilizaciones antiguas. El suelo está enriquecido con humus orgánico y para el control de plagas dañinas se utiliza un líquido con ingredientes naturales cuyo método de preparación recuerda al de los remedios homeopáticos.

En el mercado moderno hay una gran cantidad de productos biodinámicos que alguien puede elegir, no solo alimentos, sino productos para el cuidado del cuerpo como cosméticos, artículos de cuidado personal diario, champús, cremas de cuidado, pastas dentales, etc.


Agricultura natural

Masanobu Fucuoca es quien inspiró y aplicó el método de la agricultura natural. Fucuoca argumentó que la intervención humana debe reducirse al mínimo para que la tierra pueda expresar su productividad sin obstáculos.
De acuerdo con el sistema de agricultura natural, la tierra no se ara ni se talla y los pastos silvestres se cortan en lugar de arrancarse de raíz.
El enriquecimiento del suelo se realiza con hojas secas, raíces de cultivos anteriores y su humedad se asegura cubriéndolo con paja.
La forma natural de producción de los productos mejora el cultivo intercalado de frutas y verduras, lo que significa que en un parterre podemos ver 1-2 tipos diferentes de verduras junto con árboles y hierbas.

Uno de los referentes más importantes de la agricultura natural es que utiliza semillas comestibles como la cebada, el trigo sarraceno, la avena, el trigo y el amaranto para el enriquecimiento directo del suelo.

Las formas de agricultura mencionadas protegen semillas raras y variedades de hortalizas y frutas que corren el peligro de perderse por la tendencia de la agricultura intensiva.

Al consumir productos elaborados con métodos naturales, sentamos una base sólida para el bienestar de la salud y participamos en el esfuerzo global para cuidar nuestro planeta.


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