Dieta mediterránea

Siguiendo las prácticas dietéticas 'mediterráneas'.

La Dieta Mediterránea es un lienzo con toques de todos los países mediterráneos. De España a Egipto y del sur de Francia a Marruecos. Por lo tanto, no hay exclusivamente "una" cocina mediterránea, sino muchas cocinas diferentes, coloridas y nacionales, que, sin embargo, comparten características cada vez más comunes.

Una característica común clave es la abundancia de fibra que puede provenir de alimentos como el pan, las verduras, las legumbres e incluso las frutas. También domina el aceite de oliva, seguido del pescado, las aves y los productos lácteos en cantidades moderadas, mientras que la carne roja se encuentra en menor cantidad y frecuencia. Eso sí, el vino tinto debe acompañar una comida completa, respetando tanto la moderación como la calidad.

Pero el secreto que pone de manifiesto todo lo anterior en la realidad nutricional mediterránea se esconde en los aromas de la naturaleza.

Gracias a ellos, es más fácil limitar el uso de sal sin perder sabor y aroma. Se trata de especias o hierbas. Estos incluyen hojas, esporas, frutos, raíces, bulbos y corteza. Pertenecen a las sustancias aromatizantes y, según el Código de Alimentos y Bebidas griego, son aquellas que tienen un aroma y un sabor muy intensos. Son las mejores fuentes de antioxidantes que da la naturaleza, tanto en sus versiones frescas como secas. Por lo tanto, puede enriquecer fácilmente cualquier comida o merienda mediterránea.

Basta con equipar adecuadamente las estanterías de tu cocina con ellos: ajo, cebolla, eneldo, perejil, albahaca, laurel, tomillo, romero, canela, clavo, rosa, pimientos rojos, tomates secos, salvia, verbena, azafrán, díctamo, menta y menta.

¡Descubre su sabor y propiedades nutricionales, cultiva las tuyas propias o búscalas en su forma seca para que nunca te las pierdas!