El papel de los electrolitos en la correcta hidratación corporal

26 sept 2023

Estamos en pleno verano y las altas temperaturas exigen un mayor consumo de líquidos y agua para una correcta hidratación del organismo.
El agua se ha asociado con la existencia de la vida ya que ocupa el 60% de la composición del cuerpo. Las funciones vitales del organismo como mantener una temperatura constante, transportar nutrientes, digerir alimentos, eliminar toxinas del cuerpo se llevan a cabo en gran medida por la existencia del agua. Por esta razón es importante consumir una cantidad suficiente de agua diariamente, que es de unos 8 vasos o 2 litros de agua. Esta cantidad cambia según la temporada, el sexo y la actividad física.

Otro factor que contribuye significativamente a la hidratación ideal del cuerpo son los electrolitos. Los electrolitos son compuestos químicos y pertenecen a una clase de metales que transportan electricidad cuando se disuelven en agua. Se encuentran dondequiera que haya agua, en el líquido intracelular y extracelular, en la sangre y otros fluidos corporales. Mantener su equilibrio es importante, ya que son estos elementos los que regulan los niveles de fluidos corporales.

Los principales electrolitos son: Sodio, potasio, calcio, fósforo, cloro, magnesio.
Sodio: Es el componente principal del líquido extracelular y es clave para el movimiento de los fluidos dentro y fuera de la célula. Se encuentra en los fluidos pancreáticos, las lágrimas, la bilis y el sudor. Ayuda a eliminar el CO2, regula la presión y transporta la señal electroquímica para la contracción muscular y la función nerviosa.
Potasio : Es el componente principal del líquido intracelular y es necesario para la contracción de las fibras musculares lisas. La diferencia en la concentración de potasio y sodio a lo largo de la membrana celular regula la presión arterial. Desempeña un papel importante en las funciones cerebrales, como el aprendizaje y la buena memoria.
Calcio: Es un elemento esencial de la estructura celular y necesario para la coagulación de la sangre, la función hormonal, la contracción muscular, activa la producción de enzimas y la transmisión neuronal.
Fósforo : Se encuentra en el tejido muscular y se almacena en los huesos. Transporta nutrientes al interior de la célula a la vez que contribuye a su desintoxicación eliminando el material de desecho. También contribuye a la síntesis de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Además de la salud esquelética, mejora la función del cerebro, los riñones y el corazón.
Cloro: Se encuentra en el líquido extracelular y a menudo interactúa con el sodio. Es un electrolito esencial que regula la presión osmótica y es el ingrediente clave en la creación de ácido clorhídrico en el estómago.
Magnesio: Se encuentra en el tejido óseo y muscular y es necesario para la producción de enzimas. Regula el nivel de azúcar en la sangre, mejora el dolor menstrual, el estado de ánimo y contribuye a un sueño reparador.

Cuando nuestro cuerpo ingiere menos líquido o agua de la que necesita, o excreta más de lo que ingiere, se produce la deshidratación, una afección que altera los electrolitos y la función ácido-base de todo el cuerpo. La reposición de electrolitos en comprimidos o polvo se considera necesaria, cuando hay aumento de la sudoración, aumento de la temperatura en el medio natural, en casos de diarrea y gastritis. Además de regular los fluidos corporales, el equilibrio electrolítico es importante para la transferencia de energía y las necesidades musculares y nerviosas diarias
Sistema.


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